lunes, 17 de enero de 2011

Come, reza, ama...

Extraído de la película "Come, reza, ama":
"Al final he llegado a creer en algo que yo llamo la física de la búsqueda. Una fuerza de la naturaleza que se rige por leyes tan reales como la ley de la gravedad. La regla de la física de la búsqueda viene a decir algo así: si tienes el valor de dejar atrás todo lo que te protege y te consuele, lo cual puede ser desde tu casa hasta viejos rencores, y embarcarte en un viaje en busca de la verdad, ya sea interior o exterior, y si estás dispuesto a que todo lo que te pase en ese viaje te ilumine y a que todo el que encuentres por el camino te enseñe algo. Y si estás preparado, sobre todo, a afrontar y a perdonar algunas de las realidades muy duras de ti mismo entonces la verdad no te será negada".
Qué gran verdad es esta, por eso nada más acabar de ver la película he pensado compartirla.
Hace poco una persona a la que quiero mucho me dijo lo siguiente:
"la verdad siempre abre el alma... la verdad nos hace libres" y qué razón tiene también pero qué difícil es a veces decir la verdad... parece fácil pero, en ciertas ocasiones, no lo es tanto...
Es cierto que la vida está llena de obstáculos. A pesar de ello, debes saltarlos, esquivarlos e incluso luchar para que no puedan contigo. Es como si tuvieras una pelota en las manos y siempre la quisieras limpia. Para ello, la cuidas y la mimas pero en algunos momentos esa pelota cae y se ensucia.
Unos días estamos mejor y otros no tanto... pero aún así... ¿merece la pena decir siempre la verdad? Yo creo sí, pero siempre con el corazón. ¡Cuántas veces habré escuchado eso de: "yo siempre digo la verdad"! Sinceramente, ¿de verdad piensas que me lo voy a creer? Sin lugar a duda, la respuesta es no. Todo el mundo tenemos en nuestro interior pequeños secretos pero que a su vez nos hacen especiales pues la gente que nos rodea los va conociendo poco a poco...
En definitiva, la verdad nos hace libres porque lo que más vale en el mundo no se compra con dinero... Hay que mirar siempre quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Ni unos días somos los mejores del mundo, ni otros los peores. Somos quienes somos. Y la verdad y el perdón deberían de estar por encima de todo.